Esteban,
tanto tiempo paso desde la última vez que te vi antes de que te fueras a hacer
la vida rudimentaria a un pueblo perdido del mapa por Centroamérica, pero ahora
que volviste quería retomar el vínculo y por eso te mando esta nota instantánea
a tu dispositivo móvil personal. Muchas cosas cambiaron desde que te fuiste y
quería ponerte al tanto de algunas de ellas ya que en estos tiempos la
tecnología crece a pasos agigantados y es fácil quedarse fuera de la ola global
en un pueblo sin conexión. Esta nota no la estoy escribiendo, la estoy
redactando oralmente mediante mi nuevo dispositivo que reconoce mi manera de
hablar y mis expresiones, por lo que me ayuda a ser “más yo”. Básicamente tiene
acceso a todas mis conversaciones pasadas, charlas telefónicas y similares y
toma mi parte virtual para ayudarme.
Me deje llevar, esa es la primer cosa que quería
mencionarte, la segunda y creo que será mas de tu interés es la nueva manía
publicitaria de volver a aspirar a un futuro brillante, con autos voladores y
demás inventos absurdos y utópicos, cuando el presente está más gris y
contaminado que nunca pero ¡Ey! Hay buena tecnología jajaja. Las publicidades
saltan en los lugares más imprevistos, como al ver por la ventana del
transporte público, el vidrio deja de ser transparente y ahí mismo la
publicidad te golpea de frente, como si no quisieran dejarte ver la realidad.
Claro que al principio es molesto, en realidad, no solo al principio; siempre.
Pero uno se acostumbra y aprende a mirar para otro lado. Espero que vos como
publicista sepas respetar la privacidad de cada uno y no nos invadas cuando
queremos simplemente ver por una ventana.
Creo que
antes de que te vayas, una empresa la cual no vale la pena nombrar, estaba
comenzando a monopolizarse en materia de comunicación, redes sociales y motores
de búsqueda. Bueno, esa misma empresa se expandió al rubro del transporte,
comida y hasta política, sin mencionar que es uno de los pilares fundamentales
de la economía global, prestamista y accionista de otras empresas de menor
tamaño. Muchos dicen que fuimos esclavizados por nosotros mismos, “nos
colonizamos”, y la única manera de poder realizar nuestra vidas laborales en su
plenitud es teniendo buena relación con la empresa mandamás, y por buena
relación hablo de total sumisión y aceptación. Sé que suena mal también y que
no dejo de darte malas noticias, pero de nuevo; uno se acostumbra y acepta lo
que tiene, vemos nuestras opciones y optamos siempre por la misma por ser la
más realista y efectiva.
Mi dispositivo me recomendó que diga “bueno quizás no esta tan bueno el presente; deberías quedarte en el pueblo incomunicado en el que estabas” y creo que tiene razón, así que concuerdo con mi yo virtual, que de hecho escribió la mayoría de esta nota y me da miedo que pueda pensar más por mí que yo. No te pierdas como me paso a mí.
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